28 enero 2021.- La presidenta del Partido Popular de la Comunitat Valenciana, Isabel Bonig, ha afirmado hoy que “no se puede condenar a un sector como el de la hostelería, que cierra por una razón sanitaria, al ostracismo, al olvido y a la ruina”.

   Bonig se ha pronunciado así en la manifestación del sector hoy en Valencia. La presidenta del PPCV, que ha asistido acompañada por otros representantes del partido y del grupo parlamentario en Les Corts, ha afirmado que la hostelería, restauración y ocio nocturno “son un sector fundamental en la Comunitat que crea riqueza y trabajo”. “Hoy hemos conocido que 2020 acabó con casi 400.000 parados en la Comunitat Valenciana y somos conscientes de que la gestión de pandemia es difícil. Si hay que tomar medidas restrictivas se toman porque lo primero es cuidar la salud y evitar la presión hospitalaria, pero no se puede condenar a un sector que cierra por una razón sanitaria a la ruina”, ha manifestado.

   La presidenta del PPCV ha recordado que esta misma semana, el martes, presentó a Puig un plan económico de ayudas directas de 1.078 millones de euros “sacados del Presupuesto actual de la Generalitat que supera los 25.000 millones de euros, y sin tocar Educación, Sanidad y Bienestar social”.

   Al respecto, ha señalado que Puig “no puede vivir de espaldas al clamor de la sociedad, de un sector que genera empleo y riqueza, trabajo y que no quiere miserias ni préstamos, lo que quiere son ayudas directas en vena”. “Le proponemos una reducción y eliminación de impuestos y subvenciones directas a fondo perdido a aquellas empresas que en 2019 estuvieran al corriente de todas sus obligaciones y fueran viables. Es posible si Puig quiere y si quiere aquí está el PPCV para ayudarle”, ha señalado.

   Además, Bonig ha manifestado que el plan de ayudas de Puig es “insuficiente y fantasma”. “La aportación de la Generalitat depende de la llegada de fondos de la UE, y a pesar de haberse anunciado el pasado 28 de diciembre a fecha de hoy no se han concedido. Todo son ximoanuncios, el President implica a otras administraciones, lo que supone más burocracia y por tanto las ayudas llegarán tarde y mal”.