19, feb, 2022.- El portavoz de infraestructuras del Grupo Popular en Les Corts, Miguel Barrachina, ha señalado que “la izquierda que clamaba contra los peajes hoy calla ante su regreso, como ya ha anunciado Sánchez”.

Miguel Barrachina ha indicado que “el gobierno socialista ya ha remitido a Bruselas su compromiso de poner peajes en las autovías, de tarifar por su uso como ha señalado la nueva ministra, quien ha fijado este mismo mes como fecha para empezar a ponerlos. Los mismos alcaldes de izquierdas que hace cuatro años lucían pancartas contra el peaje de las autopistas ahora callan ante la posibilidad de su vuelta. Los valencianos pagarán peajes y los socialistas, Compromís y Podemos ahora guardarán silencio”.

El portavoz popular ha indicado que “la izquierda valenciana no ha sido capaz de decir ‘no’ a los peajes en Les Corts. Ahora parece que este nuevo impuesto a la circulación es enormemente progresista y una tasa a los ricos y no algo regresivo. Son una perpetua contradicción”.

Barrachina ha insistido en que el PPCV pide “que no se pague en las autovías ni en el acceso a las grandes ciudades”. “Es discriminatorio, beneficia a los ricos y propiciará más accidentes, porque el tráfico de las personas humildes se desplazará y se buscarán vías secundarias alternativas con peor seguridad. Tampoco parece el momento económico más adecuado para ponerlo en marcha, con la mayor inflación de los últimos treinta años, con el aumento del 6% de la cesta de la compra, de la luz o de los carburantes”, ha explicado.

El portavoz de Infraestructuras del GPP ha indicado la Generalitat “debe completar las autovías por terminar en la Comunitat y respaldar a los 94.000 transportistas de la Comunitat Valenciana a los que han subido la prima del seguro obligatorio, a los que se quiere subir el gasoil, les han aumentado el impuesto de matriculación y ahora quieren darle la puntilla con el cobro en las autovías. Es insoportable. Y todo para que puedan dar ayudas de fondos europeos a quien consideren y vuelvan a discriminar a la Comunitat Valenciana en el reparto de esos fondos”.

Para Barrachina, “la guerra al vehículo privado parecería lógica si existiera una alternativa con el transporte público, pero en lugar de potenciarlo se han dedicado a suprimir trenes de cercanías, eliminar frecuencias con cien trenes menos de media cada día respecto a hace cuatro años y hasta quitar líneas completas como la Valencia-Cuenca. Persiguen el vehículo privado y arruinan el transporte público”.