17, dic, 2020.- El portavoz de Agricultura del GPP en Les Corts, Miguel Barrachina, ha afirmado hoy que “se ha cumplido el peor de los pronósticos con las ganaderías de reses bravas de la Comunitat Valenciana, que han pasado de ser un sector económico que genera 300 millones de euros de actividad económica y 3.000 empleos inducidos por sus festejos –datos de la Universidad Politécnica de Valencia- a estar en peligro de extinción por la falta de respaldo del Botànic”.

   Barrachina se ha pronunciado así en la comisión de Agricultura en la que ha comparecido, a propuesta del Grupo Popular, la consellera Mireia Mollá. “La pasada semana estuvimos en la puerta de su Conselleria algunos diputados y la Asociación de Ganaderos de Reses Bravas de la Comunitat Valenciana, así como los principales sindicatos agrícolas y leyeron un manifiesto en el que mostraban su queja por el trato de la Conselleria, alegando que se habían reído de ellos, que nunca habían tenido intención de escucharlos y que les habían excluido desde el principio, cuando sí se ha querido ayudar al resto de ganaderías con problemas. Indicaban además que el único fin del Botànic es que abandonen las explotaciones y sacrifiquen todos los animales”, ha recordado Barrachina.

   El diputado popular ha reclamado a la consellera “ayuda para un sector que hace ganadería extensiva, que trata a los animales con una supervisión de veterinarios extraordinaria, que actúa en municipios recónditos y por tanto lucha contra la despoblación y que ya ha sacrificado 5.000 de sus 9.000 reses bravas”.

   “Quedan menos de la mitad de las ganaderías de reses bravas de la Comunitat”, ha lamentado el diputado, quien ha indicado a la consellera que no le pide “que se sienta orgullosa, como sí hace el PPCV, de los ganaderos, de los aficionados y de los ganaderos, pero sí le pido respeto para un grupo de trabajadores que está viendo cómo todas las comunidades autónomas excepto la valenciana ayudan a sus ganaderos de reses bravas”.

   Así, Barrachina ha explicado que la Comunidad de Madrid va a dar hasta 1.500 euros por cada una de las reses bravas. “Esa cantidad, en la Comunitat Valenciana, supondría 13,5 millones de euros, pero los ganaderos se conforman con un millón. Por tanto han sido decisiones gubernamentales las que han llevado a este colectivo a la situación en la que está”, ha lamentado.