23, julio 2020.- La síndica del grupo popular en Les Corts, Isabel Bonig, ha acusado a Puig de “yacer plácidamente en las playas de Formentera mientras hay miles de valencianos que sufren por la crisis”.

En el pleno de Les Corts, Bonig ha acusado a Puig de falta de empatía con los que lo están pasando mal con casi medio millón de valencianos parados y un desplome del PIB sin precedentes, especialmente del sector servicios”.

Para la líder popular, “este Consell no está preparado para atender la grave situación que se nos viene encima con los rebrotes que empiezan a ser muy preocupantes y quienes tienen que combatirlos, los médicos, están en las calles protestando contra la nefasta gestión de su gobierno. Este Consell no está preparado para atender la grave situación que se nos viene encima”.

Isabel Bonig ha criticado la falta de medios y precariedad para combatir el virus. “los médicos internos residentes que han combatido en primera línea al virus, han llegado a trabajar 31 horas seguidas cobrando 1.121 euros al mes frente a los 2.300 euros de cualquiera de sus asesores que durante la pandemia algunos han estado en su casa sin dar un palo al agua. Todos entendemos la huelga indefinida de los MIR para exigir mejores condiciones laborales y la dimisión de su Consellera de Sanidad. En cinco años ha incrementado en 720 millones de euros la estructura política de su gobierno”.

La síndica popular ha acusado a Puig de poca gestión. “Podrá regar con subvenciones a los agentes sociales y a los medios para que callen. Pero la radiografía de este gobierno de izquierdas nos muestra un gobierno que reclama muchas cosas, pero cuando gobierna, contratos basura y precariedad para los jóvenes”.

Isabel Bonig ha señalado que “el PP ha sido leal con Puig y su gobierno. No sabemos por qué no quieren alcanzar acuerdos, por qué no podemos reformar la atención primaria, por qué no podemos blindar por ley la sanidad pública, por qué no podemos poner la enfermería escolar si hay dinero para revertir las concesiones, por qué no podemos aprobar la ley de conciliación, o un plan para reactivar la economía. No hay voluntad política. Aun así, mi mano seguirá tendida”.