11 agosto 2022.  La síndica del Grupo Popular en Les Corts, María José Catalá, ha señalado que “los líos en el Consell de Puig no ayudan a atraer inversiones a la Comunitat”.

La síndica popular ha indicado que “desde el PPCV estamos muy preocupados porque vemos que una vez más este Consell cojea, y -como siempre- uno de los socios acaba intentando boicotear los proyectos estratégicos para nuestra tierra. Pasa en el Puerto de Valencia y ahora está pasando con la gigafactoría de baterías de Sagunto”.

Catalá ha señalado que “Compromís se descuelga cuestionando una instalación de energía fotovoltaica en un contexto en el que todos deberíamos apostar por las energías renovables y el uso de ese tipo de instalaciones. Pero lo que más nos sorprende es que sea precisamente Ribó, el alcalde que no consigue nada para la ciudad, quien salga a cuestionar inversiones en otras ciudades. Era el último que esperábamos en este debate porque no suele ser muy activo. Debe centrarse en atraer proyectos para la ciudad en lugar de espantar proyectos. Tendría que estar más preocupado en atraer proyectos para la ciudad que en intentar boicotear la instalación de una planta fotovoltaica que cuenta con el respaldo de todas las fuerzas políticas”.

La portavoz popular ha afirmado que “ya está bien de que Compromís siempre intente dar la nota, salirse del guion y apostar por boicotear un proyecto estratégico para nuestra tierra. Son especialistas en la pancarta, viven mejor en la oposición que en la gestión y se hacen un bolillo con cada proyecto, intentando siempre poner en aprietos al PSOE”.

María José Catalá ha apuntado a la inestabilidad del gobierno de Puig con las continuas peleas entre PSPV y Compromís. “Pedimos en su día una comisión mixta de seguimiento del proyecto de la gigafactoría porque no confiamos en la estabilidad de este gobierno autonómico, en que uno de los socios intentase boicotear la instalación como así está ocurriendo. Pero el PSOE se negó a contar con nuestro apoyo y ahora tiene un socio como Compromís que genera inestabilidad, inseguridad jurídica e incertidumbre a los proyectos que llegan. Algo que nos perjudica a todos porque al final los inversores prefieren estabilidad jurídica, una propuesta fiscal más atractiva y unos gobiernos sólidos como los que hay en Madrid o en Andalucía”.